Plazo de indemnización de aseguradoras

A los usuarios de seguros, uno de los procesos que más les preocupa es sin duda, el plazo de indemnización después de ocurrir un accidente. En especial, cuando han tenido algún perjuicio material o lesión física. Conoce todo sobre el plazo de indemnización de aseguradoras.

En estos casos, los usuarios perciben una compensación económica por parte de la compañía que les presta el servicio. La compensación depende de la cobertura. Esta es calculada en función del contrato que les vincula. También depende del nivel de protección acordado y las características del siniestro en el que estuvo involucrado.

El proceso para ejecutar la indemnización se inicia, cuando el usuario, comunica el accidente ocurrido, a la compañía aseguradora. Debe dar el aviso, en un plazo inferior a siete días desde que ocurre el suceso. Una vez que la aseguradora y el asegurado completan todos los trámites necesarios, se determinan las responsabilidades.

Estas quedan determinadas con precisión y se concreta una solución en forma de indemnización. La compañía debe efectuar el pago al usuario, en un plazo máximo de 40 días. El pago contempla todos los daños sufridos, ya sean físicos o materiales, que resultan del peritaje pertinente que se llevó a cabo.

La Ley del Contrato del Seguro, establece el plazo para cancelar al usuario. Por esta ley, en su artículo 18, se regula la actividad de las empresas que operan en el sector. Asimismo, en el artículo 20 del mismo texto legislativo, se especifica qué ocurriría si la empresa aseguradora incumple este plazo de indemnización, lo que supondría incurrir en mora.

Incurrir en mora y plazo de indemnización

Cuando las compañías aseguradoras, incurren en mora,  en lo que se refiere al plazo de indemnización, se ve obligada a abonar una cantidad al  usuario. En este sentido, el texto legislativo contempla, “un interés anual igual al del interés legal del dinero vigente en el momento en que se devengue, incrementado en el 50%”.

Los intereses comenzaran a contar desde el mismo día que ocurrió el siniestro. Además, si la demora tarda dos años, según se especifica, “el interés anual no podría ser inferior al 20%”.

Sin embargo, ese artículo, no tendría validez si las causas de la demora en el plazo de indemnización se suscriben a tres casos específicos. En primer lugar, cuando las causas se consideren justificadas. También, cuando las causas no son imputables a la compañía. Como por ejemplo, una posible sospecha de dolo o mala fe por parte de los implicados en el accidente.

Y finalmente, en casos en los que fuese necesaria la intervención judicial para determinar la cantidad a abonar al existir diferencias entre las partes. En estas tres situaciones, la intervención de Intrages es clave para evitar que se cometan errores durante el proceso. La localización de atestados puede determinar responsabilidades que se desconocían.

Asimismo, la agilidad en el servicio es determinante para que los plazos no se alarguen más del tiempo necesario. Y la precisión en la obtención de documentación es clave para que todas las partes tengan los recursos necesarios para defender su posición con fundamentos.

En este sentido, una de las cosas que más valoran los clientes que tienen contratada una póliza es la eficacia y rapidez de la aseguradora para solucionar los problemas que se han generado en un incidente. Entre las cuestiones que más preocupa tras sufrir un siniestro es saber cuánto tardarán en cobrar la indemnización de la cobertura.

Cada compañía tiene su ritmo de acción y de respuesta, pero la Ley establece unos plazos que permiten calcular cuánto tardan los Seguros en pagar un siniestro. Es importante que los usuarios conozcan sus derechos, estipulados en La Ley del Contrato del Seguro.

Hay que tener en cuenta que, a lo largo del año, las compañías de Seguros atienden más de 52,5 millones de siniestros en España, a un ritmo de 6.087 percances a la hora. Con este volumen de trabajo, la factura de los siniestros que tienen que pagar los Seguros alcanza cifras muy altas. De miles de millones de euros al año. Concretamente, el sector asegurador desembolsó en 2015 un total de 21.462 millones en el pago de coberturas de sus clientes.

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