La Audiencia Provincial de Murcia ha declarado que una ex asesora y ex consultora financiera de la aseguradora Mapfre en la Región llamada C.S.S., recibirá seis años de prisión por apoderarse de casi medio millón de euros provenientes de una quincena de clientes asegurados, a los que en ciertas ocasiones estafo haciendo uso de ofertas de productos de una rentabilidad alta que no estaban existentes y en otros casos, por medio de reembolsos de fondos que podía lograr falsificando sus firmas.

Se probó durante la sentencia que en los años 2009 y 2010 C.S.S. abuso del “conocimiento perfecto que poseía sobre la operación de la empresa” y “motivada con el objetivo de obtener beneficios de índole económicos para si”, estafo a catorce clientes de la compañía aseguradora con una costo total de 485.709 euros.

Uso para ello dos vías diferentes: la primera, consistía en crear e inventar productos que tenían una rentabilidad muy alta de los cuales la compañía aseguradora no contaba y a los que llamo con nombres como ‘Mapfre Rentamas’ o ‘Dinervida’, con los cuales lograba conseguir importantes sumas de dinero que ingresaba en su cuenta particular; y La segunda, retomaba las pólizas de otros clientes haciendo uso de la falsificación de sus firmas y dichos reembolsos iban a parar al igual a su cuenta bancaria personal.

La presunta acusada aunque negase en todo momento haber realizado esos actos ilícitos, el peso que existía en las pruebas que existían en su contra y también las declaraciones de todos los usuarios asegurados que fueron perjudicados, los registros internos de la compañía de seguros y hasta una prueba pericial caligráfica, llevaron a los magistrados a convencerse de que la acusada era la responsable era la única responsable de esa gran estafa.

A partir de ese momento la disquisición jurídica se centró en aclarar si los hechos son constitutivos de un delito continuado de apropiación indebida, como fue calificado por el Ministro Fiscal, quien pedía una sentencia de hasta cinco años de prisión, o bien por otro lado de una estafa continuada en concurso ideal con un delito de falsificación particular en documento mercantil, esto era considerado la acusación particular, que era ejercida por el letrado Damian Mora en representación de Mapfre.

El tribunal considero que la calificación jurídica apropiada era la de esta acusación privada, ya que dichos hechos reunían “todos los aspectos constitutivos del tipo de la estafa, entre ellos el engaño idóneo, el dolo antecedente y la provocación del desplazamiento patrimonial”, y se le dio una condena a la hechora de seis años de prisión y deberá pagar una indemnización a la compañía aseguradora de 478.769 euros.

Mapfre con esta solución dejo constancia de su buen carácter y rápidamente reembolso a los clientes que se vieron afectados con el dinero con que se les estafo.